No contesté el último mensaje
pensaba
contestarte como de costumbre
después de
un rato o de días,
parecías
inmune a todo eso
parecía que
tenías el don para que nada te afecte.
Siempre
joven
de una sola
edad siempre
¿De qué
estirpe serías?
Ser
atemporal, romántico, mítico
legendario,
performativo,
alma
luminosa, piel dicroica,
conceptual,
escénico, teatral
luz cenital
seguidora de tu tránsito
never let me
down again en tus manos: apoteosis.
El momento
de los cien dedos: delirio
luz cenital
sobre todo, sobre todos
final de
última tecla, después: silencio
roto por el
brindis donde nos echamos a reír
eso nunca
falta, eso nunca faltó.
El gorgoteo
del vino, la copa enrojecida
todos
enrojecidos a través de las copas
acidificando
la carne, tensando las sonrisas
rutilando las
miradas,
abriendo el
pecho expidiendo el aroma sangriento
del corazón.
Este poema
solo se lo haría a ti y al que
impregna sus
huellas
en las
mediocres noches Guayaquileñas
sublimándolas
eso es obrar
por el arte, eso es arte, eres arte
tú cátedra
es eso.
No hay
cateterismo en corazón brillante
caminante de
calles iluminando mediocres sociedades,
tu corazón tenía
una contagiosa sonrisa.
¿Qué piensas
hacer? te pregunté
quedarme en
casa recuperándome, me respondiste.
Por lo menos
un mes, pero estoy bien, sentenciaste.
Te dejé en
visto hasta siempre.
Mañana del
lunes, Madrid, frío en mi pecho
ansiedad
reventando la yema de mis dedos.
Lunes por la
tarde, llamé a Christian: el llanto de dos niños.
El aire se
detuvo, permaneció en reposo
las flores
en el florero y las cortinas dejaron su movimiento
estaban
paralizadas al lado de mi entendimiento paralizado
la pena
primigenia menguaba en el silbido del desconsuelo
en espasmos
de lloro de llanto agotado de pérdida inevitable
¿Qué será
del idioma trastornado por oraciones
compuestas
del ruido saliente de la mandíbula dislocada
de la heterodoxia?
Argot
anarquista, subversivo, cómico y efectivo
discurso del
mucho decir
dialéctica
de seres acificadores de carne
dialéctica
de gorgoteo del vino
dialéctica de
luz cenital
dialéctica de never
let me down again
dialéctica de
apoteósica armonía
dialéctica
de los cien dedos reventando el teclado
extasiados
entregados al origen del sonido.
Eres la
explosión léxica de fragmentos acristalados
de cristales(pensamientos)
violentados
sobre la
pared atabacada de la garganta,
palabras que
al aire hieren,
herida que
pule el vidrio roto (la palabra)
cristal que
hiere al oído virgen
al oído
ávido de mensaje pulcro
voz tuya, voz
mía
hecatombe de
aire muerto
magnicidio,
betún de la palabra, éxtasis del mensaje
palabras
inmoderadas.
Tu muerte la
victoria del aire
y la del
mensaje moderado con puto convencional
lenguaje
moderado.
Tu muerte mi
desacierto de aire ileso
aire a salvo
del corte de chaquetas de cuero
del corte del
júbilo de rock y cerveza
del corte de
argot guayaquileño
del corte de
moral de carne acidificada
del corte de
narices frías en rostros felices.
“Ñañura, el negro se nos ha torcido, se hizo
capitalista
Ñaño, ando
piteado con el guacho
si salgo de
esto, salgo convertido en Jedi,
Mijo su
lírica es hasta las huevas
hagamos una
movida aniñada, usté recita
yo le hago
el sonido…”
Hermano. Recito
con el fondo de tu ausencia.

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