Retrospectiva



Hay una noche encima
y del otro lado una tarde
que me vendrá, nos vendrá.
Escucho el sollozo de los sueños
escucho los despertares abruptos de las pesadillas
escucho gemidos de poluciones nocturnas
escucho alas de vuelos nocturnos de pájaros noctámbulos,
escucho remotas taquicardias y remotas arritmias.
Hiperacusia de mis odios hambrientos esta noche
hambruna por señales analógicas
gobierno de sonidos antes ignorados,
oídos ávidos de ilusionarse por ellos
alguna melodía.

Bien podría ahora mismo rozar el suelo con mis pies
cerrar los ojos, porfiar, banderearme
contonearme, dar media vuelta, vuelta entera
tararear canciones de épocas universitarias
Bailar, carajo
que la percusión me vista con mi ropa de escritor
y me lleve a un bar oscuro
a un gozo de luces baratas e insuficientes
sosteniendo una copa y una conversación inentendible,
aquel mi desdoblamiento destartalado ya.

Salud por los recuerdos, salud por esas puestas en escena,
tengo que cerrar la puerta de esa oscuridad
me quedo de este otro lado, el de la gran interrogación,
viendo su punto, su palo y su curva como una instalación de museo contemporáneo.
Sonrío cómplice y pienso en mi madre,
tengo que hacer una llamada.

No hay comentarios: