Revisión de apuntes

Se acaban las vacaciones,
está siendo como despedirse de un buen amigo
al cual no he visto hace mucho tiempo
y no he de volver a ver por mucho tiempo.
No lo estoy asimilando de la mejor manera
intento no contaminar mi casa,
voy a un rincón en una mesa
donde últimamente está el ordenador,
reviso unos apuntes de la carrera
no les dedico la atención que se merecen,
son apuntes de teorías específicas de la Educación,
contenidos de las últimas materias,
han pasado siete años desde que me inscribí en Educación
y doce desde que empecé la educación superior…

Entre pensar en las vacaciones y ver los apuntes,
experimento plena consciencia del tiempo:
un retazo de tela que tiene bordada la expresión
de toda existencia viva, inerte y abstracta
tela bordada sin una forma premeditada
centenas de penetraciones asimétricas entre sí
líneas de hilos tensos manchados de sangre de encía
que son los días gastados (vividos)
deformación de la tela, o el tiempo,
deformidad que retrata el sonido de un solo grito de angustia, que
hace algún tiempo grité resintiendo mi garganta.

Reprobaciones reincidentes, estudios extraordinarios de educación continua,
periodos académicos reprobados por inasistencia…
Ahora me dedico a subsanar estos declives formativos
reformando la antigua disposición de mis pensamientos,
alisando las paredes, que por cierto
he visto unos pegotes petrificados de sustancias excitantes
¿Qué hacía eso ahí, de qué noche alunada sería
en qué bar cultural o discoteca ingerí aquello?

No hago mucho esfuerzo por recordar, ya no me da por vanagloriarme
reviso los criterios del Trabajo de Titulación
para cuando dentro de poco lo tenga que hacer.

Una cachetada auxiliadora me saca de seguir revisando apuntes
“Un golpe de consciencia”, no es la primera vez, me golpea a menudo
sería tonto tras una década de vuelo
no aceptar que ando por la tierra con vértigo hacia el cielo
zozobra del globo de helio atado a la piedra ligera.
Las noches alunadas dejaron esta fortuna residual de la miseria
miseria que disfruté y que no me arrepiento.

Dejaré de revisar apuntes, mañana será un día más
escribiré un poema, leeré un poema, serviré en el trabajo, serviré en el hogar
iré por la tarde al gimnasio, generaré endorfinas con la motivación de la revancha,
con la motivación del reto y con la motivación de lo bien que me funciona
el carpe diem…
Sé que esto último es lo que debo aprovechar y disfrutar,
concluyo que esto es vivir, la vida con cero índices metafóricos
Vida a secas.